viernes, 7 de diciembre de 2012

Reproducciones para un museo

Otra de las cosas que me ha tenido entretenido últimamente son unas reproducciones de material de época romana que me han encargado para un museo.

La verdad es que este ha sido un proyecto bastante emocionante. En este caso no se trataba de hacer una pieza operativa de un ejemplar histórico, con su lijado, pulido, etc... sino que debían quedar como estarían ahora, un nuevo reto...

Partimos de algunas fotos que me mandaron de muestra. Tenían que ser una falcata, una hoz, unas puntas de flecha, la parte metálica de un pilum, un martillo que creo que se usaba para hacer teselas de los mosaicos y algunas piezas más que ya no eran metálicas y para las que me echaron un cable.




Con estas fotos de muestra empezamos a estudiar las piezas: pesos, medidas, etc... Lo bueno es que en este caso podía usar hierro dulce, más blandito que el acero habitual, con lo que la cosa se simplificaba bastante :-)
Y bueno, para variar, tampoco tengo muchas fotos del proceso, pero algunas hay.



Otro de los detalles nuevos de este proyecto es que el acabado no tenía que ser liso y plano, así que en lugar de los martillos pulidos que utilizo normalmente para dejar las mínimas marcas posibles (y que tanto me ha costado aprender a hacer), me "fabriqué" un martillo con textura para darle ese acabado










Estos son tres detalles de la hoz, la falcata y el pilum, para que se vea la textura con la que terminé la parte de forja



Y bueno, las piezas más o menos terminadas de formar, le falta aún dejarlas oxidadas y corroidas como querían ellos, pero sinceramente, a mí me gustan más así :-) Está también la cabeza  de ánfora con la que me ayudó Javi, mi compañero de taller, aunque fue una pena porque al final la querían rota para utilizar sólo algunos fragmentos... 

El pilum no cabía en la otra foto :-)



Con esto más o menos terminado, le dimos un baño en agua regia para añadir algunos siglos al conjunto

Y bueno, el resultado final quedó bastante bien. Tengo ganas de verlos puestos en su sitio definitivo, que uno nunca termina de imaginarse cómo va a quedar lo que sale del taller.






domingo, 18 de noviembre de 2012

Martillo de guerra

Hace ya bastante tiempo que no subo nada de lo que voy haciendo y la verdad es que ya se sabe, cuando se hace mucho, queda poco tiempo para subir cosas al blog.
He estado este tiempo haciendo encargos de dagas de vela e inmerso en el diseño de la ropera de conchas y la mano y media que llevo algún tiempo preparando. Si todo va bien y no falla nada más, dentro de poco tendremos un modelo en producción. ¡Espero que os gusten!

Pero mientras tanto, he pensado en subir unas fotos (escasas) del proceso de un martillo de guerra que me han encargado. Estuve buscando información sobre los martillos de guerra originales y desgraciadamente no encontré ninguno en los museos de mi zona, así que intenté buscar martillo de guerra (warhammer) en google y los que conozcáis el juego de miniaturas, os podéis imaginar lo que aparece, que es de todo, menos lo que uno busca... Aun así, encontré alguno que me parecía factible para inspirarme 


Había algunos detalles que no me acababan de gustar, como los picos tan afilados y la cara con esos filos tan vivos. Al fin y al cabo, para una recreación no hace falta matar a nadie y si es para probarlo contra blancos fijos, me pareció buena idea darle una geometría algo más resistente.

Y con esa idea en la cabeza y un trozo de acero de herramienta (no se exáctamente la especificación) me lié a darle algo de forma y hacerle el "ojo".
Aunque parezca poco, este acero está bastante duro y tampoco quería calentarlo demasiadas veces por aquello de la descarburización, así que me costó bastante llegar a hacerle el orificio bien, pero bueno, al final del primer día de forja quedó una cosa así. Le marqué con rotulador más o menos las líneas que iba buscando para hacerme una idea de lo que me quedaba por mover y bueno, me quedé bastante contento.



Otra de las cosas que me gustaron era lo de la cara del martillo dividida en 4 secciones. Creo que le añadiría  contundencia aunque, por los motivos que he explicado antes, no creí buena idea dejárselos demasiado afilados, pero para seguir haciéndome una idea, los volví a marcar con rotulador. La regla es como referencia, para tener constancia del tamaño real.


Del segundo día de forja no tengo ninguna foto, fue un día algo complicado, hice un par de herramientas para acercar las curvas a la forma que quería y por fin, se quedó más o menos con la forma. Como no tengo fotos de ese día, os tendréis que conformar con las del primer rectificado y desbastado, aunque la verdad no quedó tan bien al salir de la fragua .-)


Y la cara del martillo ya dividida en las cuatro secciones que yo quería.


Antes de seguir, fui presentando las piezas. Estuve barajando la posibilidad de plegar el refuerzo lateral por la parte de arriba para aprisionar la cabeza, pero descompensaba todo el conjunto, así que aunque no sea muy histórico, decidí soldarlo, que debería quedar más que resistente. El pincho de la parte superior me pareció que quedaba demasiado fino en comparación con el resto de los volúmenes, así que al final lo sustituí por otro. Cosas de ir decidiendo según se avanza, pero todo sea por que el resultado final quede lo mejor posible!.


Una vez contento con las piezas sueltas, llegó la hora del montaje de la cabeza y del templado. Como no puede faltar, se me olvidó de nuevo hacer fotos de todo el proceso, pero al sacarlo del baño de aceite, me gustó tanto como quedó que me volví a acordar de las fotos.


Y bueno, un par de pasos más adelante, de los que, de nuevo, no tengo fotos, la cosa quedó así. Tiene de largo unos 58cm y el peso total está algo por encima del kilo. En la mano da verdadero miedo, espero que su dueño lo consiga domar sin hacerse mucho daño!



 Y próximamente más cosas de las que he estado haciendo y de las que tienen que venir!!!




jueves, 26 de julio de 2012

Varias cosas

Ya se que llevo un tiempo sin publicar nada y es que esto de estar liado y publicar entradas se me hace difícil. Además, faltando de nuevo a mi propósito de ir haciendo fotos de los procesos, la mayoría de las veces se me olvida. O me cuelo y parece que hago un tutorial o se me olvida del todo. Desde luego no tengo término medio.

Pues este mes he estado ocupado haciendo varias cosas. Algunos trabajillos de cuero, mejoras en las dagas de vela, continuar con el desarrollo de la ropera de conchas, que ya está casi casi y haciendo un par de herramientas para el taller para acelerar un poco los procesos.

Os pongo algunas fotos, casi todas de los resultados, para que podáis ver que en realidad no estoy sin hacer nada, sólo sin publicar :-)

En cuanto al cuero, me han encargado dos vainas que creo que han quedado bastante bien. El alma no es de madera, como sería lo tradicional, sino de PVC. Sé que para muchos el rigor histórico es fundamental, pero con un alma de plástico las espadas no se oxidan, son impermeables y con un poco de grasa las puedes dejar todo el año hasta el siguiente evento y saldrán como nuevas.
A ver qué os parecen.

Esta es la primera de las vainas. Con el sistema de suspensión que me pidieron. 

 Primero el alma de pvc de 3mm para que tenga fuerza y permita darle forma sin que se deforme mucho.
 Las partes pegadas, con un poco de calor para que se adapte a la forma de la hoja. La verdad es que así queda un ajuste estupendo. La espada no se sale de vaina, pero tirando, sale sin ningún esfuerzo.
Aquí es donde se me olvida hacer fotos de nuevo de la parte donde le hemos colocado unos nervios y con el cuero mojado, lo estiramos sobre la vaina para que se adapte a la forma.



La segunda vaina es básicamente el mismo procedimiento pero son un sistema de suspensión un poco más elaborado. Creo haber visto hace  tiempo que es un modelo histórico, pero no recuerdo muy bien de dónde, aunque es un sistema bastante popular.



La espada es una vieja conocida mía, ya que fue un remonte que hice con unos gavilanes forjados, una hoja de una espada y un pomo adaptado.

También me habían encargado una bolsa de cuero para el cinturón. La idea era usarla en recreación y a diario, así que tampoco es un diseño estrictamente histórico, aunque no se le aleja mucho. Para esta bolsa, no encontraba ninguna hebilla que me gustara demasiado dentro del presupuesto, así que me lancé a hacerla a base de lima y mucho sudor.

Primero la plantilla sobre un trozo de latón que tenía dando vueltas por el taller. Creo que de 2mm de grosor, lo suficiente para aguantar lo que le echen.


 Después de un ratito de recortar y limar, con su pasador ya colocado y funcionando correctamente
 Después estuvimos haciendo los patrones de la bolsa. No es que sea muy elaborada, es un patrón bastante normalito para una bolsa.

Y después de coser todas las piezas, queda tal que así. La verdad es que estoy muy contento con el resultado


Después de esta temporadita dedicada al cuero, estuvimos con las mejoras a las dagas de vela. Me habían pedido para uno de los encargos si podía hacerle la huella del pulgar y rematar un poco los gavilanes. La verdad es que me gusta bastante como quedan ambas cosas, así que las he incorporado en la línea normal de producción aunque no era yo muy amigo de ninguna de ellas, se ve que tengo mal el gusto :-)

Como las dagas ya las conocéis, pongo sólo los cambios.


Y bueno, aún quedan cosas que contar, pero será en la siguiente entrada que espero que ya tengo algo más terminado y presentable.

También hemos estado trabajando en algunas sorpresas para después de verano, a ver si va saliendo todo bien y tengo tiempo para arreglar el blog, que se me cae a pedazos (si queréis dejar algún comentario, tiene que ser desde la página inicial y ni blogger sabe por qué) y abrir un par de secciones nuevas, y... bueno, ya se irán viendo las novedades, que si no, dejan de ser sorpresas.

lunes, 4 de junio de 2012

Cuchillos de entrenamiento de acero

Como tenía un par de días antes de irme de vacaciones y no me daba para empezar ningún proyecto grande, he aprovechado que quería hacer unos cuchillos de entrenamiento de acero. Ya había hecho algunos de aluminio que funcionaron muy bien, pero un día vi unos de acero que me encantaron. Tienen toda la apariencia de un cuchillo de verdad pero el filo no llega a menos 3mm y la punta llega a los 4, con lo que ni pinchan, ni cortan, así que no he visto la necesidad ni de forjarlos ni de templarlos, lo que facilita enormemente el proceso (ayudado por una nueva herramienta que he hecho para el taller, que es una delicia)

Como siempre tengo en la cabeza que no voy haciendo fotos del proceso, esta vez me ha quedado casi un tutorial cansino. No pongo todas las fotos, porque parecerían casi fotogramas, si es que o por mucho o por poco, pero no parece que acierte...

Bueno, lo primero es dibujarlo en papel a tamaño real. He seguido las sugerencias de ergonomía de mi amigo Ricardo Hernandez, que ya me demostró en su momento que de diseñar cuchillos sabe un rato.

Después lo pasamos a un pletina de acero. En este caso acero carbono un sencillito F114, que no tiene que aguantar demasiado ni mantener filo ni nada.
Y nada, con la ayuda de la nueva lijadora, como decía Miguel Angel, ¡A quitar lo que sobra!
 Después de bajarle un poco los filos, la única parte de la que no tengo fotos, empecé encabarlos. El primero lo he hecho de un recorte de sapeli que tenía por el taller. Con un poquito de aceite me encanta como queda.
Primero hacemos una plantilla que quede bien sobre el cuchillo.
 La recortamos con cuidado, aunque caí después que una vez puesto no habría que tener tanto cuidado, pero bueno, cosas que se aprenden para el próximo.

 Para fijar las cachas al cuchillo le he puesto unos pasadores de acero. Me gustan los pasadores de acero porque mantienen el color del metal en todo el conjunto. Probé a presentarlo con unos de latón, pero me gustan más estos. A lo mejor el siguiente los pongo un poco más gruesos para que tengan más presencia.
Y nada, pegarlos con un poco de epoxy e irle dando forma con una escofina y un poquito de lija hasta que quede cómodo. Después un poco de aceite de linaza para proteger la madera y darle un poco de brillo y tachaaan, ya lo tenemos!

Con otro de los que estaba haciendo he probado un encordado que he visto por ahí y me ha gustado bastante. He hecho otros encordados más complejos, pero este me gusta por todo lo contrario, sencillo y al mismo tiempo tiene su aquél


Y nada, a la vuelta, proyectos más grandes, que aún queda mucho por preparar y por desarrollar!

jueves, 17 de mayo de 2012

Gladius Hispaniensis y Pompeii

Bueno, por fin he podido meterle mano a los dos gladius y dejarlos listos esperando a hacer la vaina.
Las hojas están realizadas en acero carbono, forjadas a su forma aproximada y las líneas definidas a base de lijadora y mano. La primera foto que tengo del proceso es con las hojas vaciadas. Ya me he puesto un cartel para ir haciendo fotos de los procesos desde el principio!


La punta del pompeii quería hacerla como en este modelo histórico. Está pensada para romper cota de malla añadiendo dos filos más para que la anilla no pueda deformarse y se acabe rompiendo. 

La sección queda como una estrella añadiendo al mismo tiempo más masa tras la punta para darle resistencia y capacidad de penetración. La verdad es que es esto en la época debía de ser un terror. Ni se la de veces que me he pinchado mientras trabajaba con la lima!

Así es como ha quedado mi versión
            

Aparte he ido haciendo la guarda y el pomo en madera de sapeli, a base de escofina y lija hasta que han quedado con las proporciones y medidas del modelo histórico que tomé de referencia. 
El puño es de hueso, de vaca, para ser más concretos. También lo he trabajado con la escofina y lija hasta que ha quedado con la forma característica de un gladius. Como detalle no histórico, lo he macizado de resina para darle un poco más de consistencia. El hueso es duro, pero me parecía que la pared quedaba demasiado fina. No creo que sea un detalle que lo aleje de la recreación .-)
Con un poquito de aceite de linaza quedan estupendamente, sin barnices ni tintes ni nada. Con la ventaja de que se se arañan, sólo hay que pasarle una lijita, un poco de aceite y como nueva.


El pomo va con un remache desmontable de los que se me ocurrieron para el pilum que hice hace unos meses y la verdad es que queda estupendamente y comodísimo por si hay que hacerle algún arreglo.

Y bueno, el hispaniensis, del que sólo he hecho la hoja, ya montado. La hoja no está con un acabado demasiado depurado porque es cómo me la pidieron. Querían que tuviera un aspecto tosco, pero con las medidas y el peso que tienen, da miedo sin necesidad de dejarlo así! 


Y bueno, los dos terminados, montados y esperando a ponerme con las vainas a ver qué tal quedan. Han quedado bastante bien. De medidas y pesos dentro del rango de los históricos (el pompeii tiene 50cm de hoja y el hispaniensis 65cm) y ambos están en torno al kilo de peso. Si se llegaran a afilar seguramente bajaran los dos del kilo, así que bastante contento con el resultado.


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